Esta semana, de nuevo, hemos vivido momentos muy intensos en el Parlamento. Como sabéis, nuestra moción para desalojar a ANV de los ayuntamientos no consiguió el respaldo suficiente de la Cámara a pesar de que aceptamos las enmiendas del Partido Popular y que el Partido socialista hizo público su intención de “negociar” para llegar a un acuerdo. Por cierto, un acuerdo que ofreció a todos los grupos parlamentarios antes que al nuestro, al fin y al cabo el artífice y cerebro de la iniciativa.
Como dice Carlos Martínez Gorriarán habría que preguntar a los socialistas por qué presentaron una enmienda que equivalía a paralizar toda acción contra ANV, a la espera de que se aprobara una innecesaria reforma legal, imposible de aprobar antes de las elecciones autonómicas vascas.
Lo curioso es que una de las cosas que más llamó la atención del discurso de Rosa Díez fue que apelara a los diputados, con independencia de su color ideológico, para que votaran a favor de la moción porque, como insistió, “la medida no es de izquierdas ni de derechas sino de sentido común y de pura democracia”. Pero, ni con esas. A pesar de todo, hay que celebrar que Rosa Díez se convirtió estos días en la “única oposición parlamentaria”.
La diputada también votó a favor del veto del Senado a los Presupuestos porque, como dijo, es como si “nos pidieran que compráramos un yogurt caducado” y aplaudió el que en la Unión Europea si supieran hacer uso de esa transversalidad, que pocos entienden, para rechazar la Directiva de las 65 horas.
Por lo demás, sólo desearos Felices Fiestas¡¡¡ y buenos momentos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario