
La Real Sociedad se dio ayer de bruces con la dura realidad. Atrás quedaron mensajes de esperanza y sueños de retorno a Primera División. Se acabó. Los donostiarras asumimos que deberemos seguir al menos otro año más en el infierno de la Segunda División, con el agravante de que el club de Anoeta vive una situación económica alarmante.
Las promesas del presidente Iñaki Badiola desde que llegó hace cinco meses al cargo se han quedado en eso, en meras promesas, y lo único claro es que la deuda del club ha aumentado en cinco millones de euros, con lo que la cifra a día de hoy ronda los 25 millones, demasiado para una entidad de Segunda, incapaz de generar ingresos más allá de los de la taquilla, gracias a una afición que ha respaldado al equipo hasta el último minuto.
El verano se prevé duro en la entidad de Anoeta.
Badiola apostó toda su gestión al ascenso por la vía rápida para captar los ingresos que generaría la Real Sociedad en Primera División, pero la apuesta ha fallado. Los donostiarras, tras sumar dos puntos de los últimos nueve, dejaron escapar la posibilidad de retornar a la élite del fútbol nacional, y ahora el panorama es tormentoso.
De momento, el primer capítulo de lo que puede ser una crisis de consecuencias incalculabes se escenifica esta tarde en el estadio. Allí están citados los accionistas de la Real Sociedad para escuchar, desde las siete de la tarde, el balance y las explicaciones de Badiola sobre sus algo más de cinco meses al frente del Consejo de Administración blanquiazul.
En principio, el aspecto fundamental de su comparecencia radicará en la búsqueda de responsabilidades sobre la situación económica del club. El presidente ha modificado los criterios contables para subir la deuda hasta los 25 millones de euros los 18 que fueron aprobados en su día por la Junta de accionistas.
El objetivo será trasladar la responsabilidad al anterior Consejo, olvidando el hecho de que la situación se ha agravado desde que Badiola accedió a la presidencia de la Real Sociedad. La causa del desvío en el presupuesto viene dada, principalmente, por la llegada de cuatro jugadores en el mercado de invierno, así como los elevados pagos a intermediarios de jugadores, el coste de la 'due diligence' o la fabricación de 50.000 banderas. Por contra, el club no ha generado apenas ingresos, salvo en el caso de la taquilla.
Las promesas de Badiola
En la junta de esta tarde, por tanto, Badiola se someterá al primer gran examen desde que es presidente del club donostiarra.
En su presencia, deberá dar cuenta de una gestión en la que no han aparecido la mayoría de las promesas que expuso en su programa, cuando llegó a la Real Sociedad como el gran salvador del club supuestamente avalado por un grupo inversor chino del que, de momento, nada se ha sabido.
Además, no se ha vendido ni una sola camiseta en China cuando había anunciado ingresos por valor de 4,7 millones en Segunda y de 7,5 millones en Primera. Llegó a hablar en una estimación que calificó de conservadora de unos ingresos de 16,5 millones con motivos de los Juegos de Pekín y 21,7 en la Expo de Shangai. De momento, cero.
También dijo que la Real iba a ingresar 800.000 euros por rebautizar a su estadio como Beijing 2008. Prometió un partido amistoso en Anoeta con la selección olímpica china con una audiencia de 210 millones de chinos. Anunció una negociación con Mediapro para vender los derechos de televisión a China.
Se comprometió a realizar una due diligence con coste cero para el club. Pero luego la Real ha asumido un costo de cerca de 400.000 euros. Se comprometió a contratar nuevos patrocinadores. Sólo se ha incorporado vinos Alcorta, que ha invertido 30.000 euros en la Real.
En el aspecto deportivo el vacío es absoluto. Ninguno de los nombres que adelantó como posibles contrataciones de jugadores o técnicos se llegó a concretar y Pako Aiestaran, su mano derecha, no le duró dos semanas.
Lo que seguro que no va a cumplir es aquello de que Lighthouse se iba a hacer cargo de los fichajes de invierno. Lo que se ha pagado, lo ha pagado la Real y es una cantidad importante, aunque no se produjo más traspaso que el de Morgado.
Las promesas del presidente Iñaki Badiola desde que llegó hace cinco meses al cargo se han quedado en eso, en meras promesas, y lo único claro es que la deuda del club ha aumentado en cinco millones de euros, con lo que la cifra a día de hoy ronda los 25 millones, demasiado para una entidad de Segunda, incapaz de generar ingresos más allá de los de la taquilla, gracias a una afición que ha respaldado al equipo hasta el último minuto.
El verano se prevé duro en la entidad de Anoeta.
Badiola apostó toda su gestión al ascenso por la vía rápida para captar los ingresos que generaría la Real Sociedad en Primera División, pero la apuesta ha fallado. Los donostiarras, tras sumar dos puntos de los últimos nueve, dejaron escapar la posibilidad de retornar a la élite del fútbol nacional, y ahora el panorama es tormentoso.
De momento, el primer capítulo de lo que puede ser una crisis de consecuencias incalculabes se escenifica esta tarde en el estadio. Allí están citados los accionistas de la Real Sociedad para escuchar, desde las siete de la tarde, el balance y las explicaciones de Badiola sobre sus algo más de cinco meses al frente del Consejo de Administración blanquiazul.
En principio, el aspecto fundamental de su comparecencia radicará en la búsqueda de responsabilidades sobre la situación económica del club. El presidente ha modificado los criterios contables para subir la deuda hasta los 25 millones de euros los 18 que fueron aprobados en su día por la Junta de accionistas.
El objetivo será trasladar la responsabilidad al anterior Consejo, olvidando el hecho de que la situación se ha agravado desde que Badiola accedió a la presidencia de la Real Sociedad. La causa del desvío en el presupuesto viene dada, principalmente, por la llegada de cuatro jugadores en el mercado de invierno, así como los elevados pagos a intermediarios de jugadores, el coste de la 'due diligence' o la fabricación de 50.000 banderas. Por contra, el club no ha generado apenas ingresos, salvo en el caso de la taquilla.
Las promesas de Badiola
En la junta de esta tarde, por tanto, Badiola se someterá al primer gran examen desde que es presidente del club donostiarra.
En su presencia, deberá dar cuenta de una gestión en la que no han aparecido la mayoría de las promesas que expuso en su programa, cuando llegó a la Real Sociedad como el gran salvador del club supuestamente avalado por un grupo inversor chino del que, de momento, nada se ha sabido.
Además, no se ha vendido ni una sola camiseta en China cuando había anunciado ingresos por valor de 4,7 millones en Segunda y de 7,5 millones en Primera. Llegó a hablar en una estimación que calificó de conservadora de unos ingresos de 16,5 millones con motivos de los Juegos de Pekín y 21,7 en la Expo de Shangai. De momento, cero.
También dijo que la Real iba a ingresar 800.000 euros por rebautizar a su estadio como Beijing 2008. Prometió un partido amistoso en Anoeta con la selección olímpica china con una audiencia de 210 millones de chinos. Anunció una negociación con Mediapro para vender los derechos de televisión a China.
Se comprometió a realizar una due diligence con coste cero para el club. Pero luego la Real ha asumido un costo de cerca de 400.000 euros. Se comprometió a contratar nuevos patrocinadores. Sólo se ha incorporado vinos Alcorta, que ha invertido 30.000 euros en la Real.
En el aspecto deportivo el vacío es absoluto. Ninguno de los nombres que adelantó como posibles contrataciones de jugadores o técnicos se llegó a concretar y Pako Aiestaran, su mano derecha, no le duró dos semanas.
Lo que seguro que no va a cumplir es aquello de que Lighthouse se iba a hacer cargo de los fichajes de invierno. Lo que se ha pagado, lo ha pagado la Real y es una cantidad importante, aunque no se produjo más traspaso que el de Morgado.
1 comentario:
El Juzgado de lo Mercantil de Donostia-San Sebastian ha declarado a la entidad en concurso. La decisión pone fin a todo tipo de especulaciones y rumores sobre la situación financiera de la Sociedad.
La realidad es que en estos momentos la Real no puede hacer frente a su obligaciones por razón de la penosa situación financiera que arrastra desde hace varios ejercicios. El Consejo está persuadido de que esta medida era la única posible para garantizar la supervivencia del club. Se abre un periodo de esperanza en el que el Consejo seguirá trabajando con firmeza para que la Real siga siendo un gran club. Debemos recordar que tanto el Sporting como el Málaga han estado en situación concursal y han logrado ascender a primera.
A partir de ese momento los administradores concursales nombrados -entre los que se halla la Diputación- tendrán que intervenir y aprobar cualquier decisión que implique salida de fondos.
Esperamos que tras esta decisión la Diputación no retrase más el abono de la subvención que tiene comprometida con la Real.
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